Hoy día, el valor de una empresa recae, cada vez más en la imagen pública que proyecta, cuál es el valor y el posicionamiento del servicio o producto que ofrece, y, sobre todo, en el conocimiento, experiencia y formación de sus trabajadores.
La imagen de marca (empresa) se construye a partir de la percepción que tiene el cliente de nosotros, y se forma una opinión de nuestro servicio a partir de su experiencia con él o de la comunicación que hacemos de nuestra empresa y su producto. Pero la imagen de la marca no siempre va en una única dirección: las opiniones de los clientes y del público en general, transmitidas por diferentes y múltiples canales, también contribuyen a la construcción de la imagen de nuestra marca.
Estamos viviendo estos días una situación sanitaria, económica y social complicada, que genera permanentes cambios en nuestro entorno, y que ha obligado a la empresa a adaptarse a la situación laboral -de teletrabajo como opción mayoritariamente-, a encontrar soluciones rentables para asegurar el futuro de su servicio y mantener el compromiso con sus trabajadores. Es en este momento, de situación de crisis, cuando la fortaleza de la imagen corporativa de la marca le permite mantenerse, y diferenciarse de las demás. Las nuevas tecnologías se han convertido en un aliado en esta crisis sobrevenida. Ha permitido mantener la gestión telemática de muchas y muchas empresas, pero sigue siendo importante los bienes intangibles de la empresa, su servicio, su imagen y trayectoria, y la experiencia de sus trabajadores. Sin dejar de lado, la importancia de la formación del trabajador, convirtiéndose este en un aspecto diferenciador de otras empresas en momentos críticos como el actual.
IGS TOD TRAINING continúa formando para que su cliente tenga las herramientas para adaptarse a nuevas situaciones como la que nos ha tocado vivir, con una actitud serena y con las indicaciones oportunas. Prepararse para saber afrontar una crisis -ahora, sanitaria y económica- debería ser asignatura obligada para toda empresa que quiera entender nuevas situaciones, adaptarse a ellas, saber mostrar los componentes positivos que el nuevo escenario nos lleve, y adoptar una actitud pro activa, ya que nos ayudará a reconducir la nueva situación con más posibilidad de éxito. Ver el vaso medio lleno significa darse cuenta que de una crisis también pueden salir oportunidades. Oportunidades que, muy probablemente, aparezcan sólo en situaciones complicadas: La imagen de nuestra marca, nuestro comportamiento, nuestra actitud, nuestra disposición y disponibilidad ante el cliente y el público en general, puede aportar una visibilidad mucho mayor que en situaciones normales.
El escaparate que genera una crisis como la que estamos viviendo es mucho mayor. Hay que aprovechar estos momentos, sacar la positividad de la dificultad de las circunstancias actuales, y construir mensajes positivos de nuestro producto, de nuestro servicio, de nuestra trayectoria y de nuestra manera de hacer y de ser. De manera honesta y transparente.
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